Nada y avanza contra la fuerza del agua
que se opone sin piedad a su misión.
Como él, miles hemos desembarcado esta
mañana, miles seguirán desembarcando a lo largo del día. De momento solo le
importa sobrevivir, su mirada confirma el pánico, el terror del momento, el
comienzo del final de las muertes que por lo visto, por fin parece estar cerca.
Ha tragado agua, respira con fuerza, cae y se levanta, lucha porque sabe que su
lucha individual es la lucha de un mundo que se resiste a morir de esta forma.
Yo en cambio no tengo miedo, yo tengo mi
cámara.
Fotografía: Robert Capa, 1944
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