Desde
el silencio, Joanna Lombardi Pollarolo, construye un discurso que habla de la
soledad, de la maternidad, de las diferencias generacionales y de la tecnología
y la comunicación como sus puntos de inflexión. Casa dentro es el grito desesperado de un grupo de mujeres
acorraladas. Como un retrato de la cotidianidad, es un homenaje a la vida apacible
de las ciudades pequeñas, donde muchas cosas siguen funcionando como antes.
El
cine peruano vive un pequeño gran momento de esplendor. Sus historias son autenticas
y gozan de una personalidad y una idiosincrasia propia, que nada tienen que ver
con las producciones de hace unos años, donde reinaban mamarrachas como Baño de damas (Michel Katz, 2005); y
todos mis respetos a Rodolfo Santana. La
teta asustada (Claudia Llosa, 2009) se convirtió en la primera cinta
peruana en optar al Oscar a Mejor película extranjera. Contracorriente (Javier Fuentes-León, 2009) arraso en aplausos y
en críticas. Recorren el mundo de festival en festival, dejando un entrañable
aroma a naturaleza y humanidad.
Casa dentro es
un cine de autor purista, basado en personajes y en una compleja composición de
planos y en una fotografía preciosista, casi pictórica, cercana al Bodegón y a
la naturaleza muerta; y también es un ejercicio narrativo-visual de
extraordinaria envergadura y de exquisitos sabores. Su ritmo pausado y sus
silencios, terminan creando una música que, por una parte, endurece el alma y
por otra, la arrastra hacía un pozo sin fondo de conmovedoras reflexiones.
La
película compite en la sección Territorio latinoamericano del 16º Festival de
Málaga de Cine Español. Buena suerte Joanna.
PD:
El título de este post es un homenaje a ese gran tema del más grande embajador
latinoamericano: Daddy Yankee.
No hay comentarios:
Publicar un comentario